Esparto y encáustica

Aves, 2020 (detalle)

El lugar que ocupa el esparto en nuestro imaginario colectivo tiene esa capacidad poética de transportarnos a un posible territorio ancestral. Testigo del paso de civilizaciones por el mediterráneo, esta planta sigue creciendo silvestre y con la misma fuerza de siempre en nuestros campos, siendo además un emocionante ejemplo de lo que la sostenibilidad en realidad significa. Mi interés por el esparto descansaba ya en estos principios cuando empecé a usarlo sobre un soporte pictórico. Me fascinó la fuerza y el drama que me devolvía el lienzo, una conmovedora presencia orgánica de luces y sombras que se parecía tanto al psico-emocional que yo estaba queriendo expresar: movimientos gestálticos relacionados con el tema de la familia y la búsqueda del ser.

Cuando el esparto está seco y curado, mediante el proceso conocido como “picado”, gana la flexibilidad que facilita el trabajo plástico. Las hojas mantienen un grosor y rigidez mucho mayores en la parte basal que en la punta donde se vuelven fibrosas, por lo que es conveniente hacer una selección previa. He aprovechado las hojas más largas para aquellas expresiones de una mayor amplitud, de cadencias más tranquilas. Otras veces he cortado el esparto en pedazos pequeños y lo he colocado a puñados o en ráfagas más o menos apretadas dando lugar a una manifestación más agresiva quizá, y de mayor velocidad. Aún en los casos donde no queda apenas recuerdo de la morfología natural de la planta, se sigue manteniendo una sensación vegetal, rítmica y orgánica. Para fijar el esparto a la tela o madera he utilizado cola y gesso, empleando diversas herramientas (incluso el propio esparto) para generar texturas.

Todas las obras de la colección (Totem, 2022) contienen al menos una capa protectora de cera de abeja. De nuevo una técnica ancestral que me recuerda la importancia de proteger nuestros recursos naturales. Fue mi colega René Breila, a su paso por España durante los años 2017 a 2019, quien me enseñó las bases de estos procedimientos. La disolución de cera caliente se aplica con cuidado usando pinceles, rodillos, espátula o incluso vertido, cuidando siempre los efectos visuales. Nos referimos concretamente a la técnica como “Esparto y encáustica” cuando la cera caliente ha sido usada efectivamente para aportar la pigmentación, es decir por adición previa de polvos u óleos en ella. En particular el óleo a la cera aporta una cualidad de color singular, aunque presenta la condición de necesitar un larguísimo secado, aproximadamente de un año, debido a la menor permeabilidad del oxígeno para atacar el linóleo.

Extracto de TOTEM (Pablo Yarza 2022, ISBN 978-84-09-39473-9).

El encuentro, 2019 (detalle)

Noray, 2019 (detalle)

Roja y negra, 2020 (detalle)

Laberinto, 2020 (detalle)

Figuras parentales, 2019 (detalle)

Jamboree, 2020 (detalle)

Despedida, 2022 (detalle)

Anterior
Anterior

TOTEM

Siguiente
Siguiente

Al principio fue el esparto