Jess can dance es un sencillo que publiqué en el año 2018. Coincide con el nacimiento de Blue Leopard, mi pseudónimo musical, y la primera vez que uní en un mismo proyecto música y pintura. Una acuarela sobre papel y sal.

Entablé relación con dos personas Jessica y René, y esta obra tiene mucho de ellos. El título es un guiño a la mítica banda Dead can Dance. El tema central de la obra es una parada en el camino, punto de encuentro y de habituallamiento. El viaje conduce inevitablemente hacia la oscuridad, por tanto tiempo ignorada.

 
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Door of no return